¿PARA QUÉ NECESITABAN INGERSOLL RAND?
Cuando D9 Brewery empezó a producir y distribuir cerveza artesanal en Cornelius, Carolina del Norte, corrían a la ferretería local 2-3 veces al mes comprando pequeños compresores no industriales para el lavado de barriles, el llenado de barriles y el embotellado. Estos compresores empezaron a fallar rápidamente, uno tras otro. Para echar más leña al fuego, había bacterias en los conductos, aceite en la cerveza sin fermentar, presión de aire irregular en el sistema y acumulación de agua. Todos estos problemas son los que NO quieres cuando creas un producto que se consume.
Se supone que una cervecería es el lugar donde relajarse después de un largo día de trabajo o donde sentarse a charlar con los amigos. Por desgracia, en el D9, su antiguo sistema de compresores no permitía mucha relajación. La sala de grifos y la fabricación de cerveza estaban separadas por una puerta de cristal, lo que obligaba a los clientes a hablar por encima del ruidoso compresor en marcha.
