Proceso de generación de nitrógeno
Las membranas de fibra polimérica hueca pueden filtrar aire comprimido de alta calidad. Este proceso separa el aire en nitrógeno y otros gases, como vapor de agua, dióxido de carbono y oxígeno. Para garantizar un funcionamiento eficaz de la membrana, el aire de entrada debe estar limpio, seco y a una temperatura de 5 °C o inferior. Los filtros, secadores y sistemas de control de la temperatura son esenciales para evitar obstrucciones y mantener el rendimiento de las membranas.
No requiere depósito de inercia
Eliminar los voluminosos depósitos de inercia puede reducir considerablemente los costes y el espacio de las empresas. Esto es especialmente beneficioso en zonas urbanas abarrotadas. Además, al minimizar el riesgo de fugas, vertidos y contaminación, mejora la seguridad.
Rápida puesta en marcha
Los sistemas de respuesta rápida (en segundos) de nuestro generador de nitrógeno por membrana son vitales en situaciones de emergencia. Se activan rápidamente, minimizando el tiempo de inactividad y maximizando la productividad. Esto es especialmente importante en catástrofes como incendios o inundaciones. Un sistema de bombeo que arranque rápidamente puede ayudar a evitar más daños y acelerar el proceso de recuperación.
Bajo peso y funcionamiento silencioso
Su diseño ligero ofrece un cómodo transporte y montaje, perfecto para trabajos temporales como obras y eventos. Además, la reducción del peso minimiza la tensión sobre las estructuras de soporte, lo que puede reducir los costes de construcción, especialmente en edificios antiguos o zonas con una capacidad estructural limitada. Este sistema de bombeo es silencioso y reduce la contaminación acústica. Su avanzado diseño mantiene bajas las vibraciones y los niveles sonoros, por lo que es ideal para lugares donde el ruido es un problema.
Mantenimiento mínimo
Los ingenieros diseñaron este sistema de bombeo para que fuera fiable y duradero. Requiere un mantenimiento mínimo, lo que ayuda a reducir el tiempo de inactividad y los costes operativos. Su larga vida útil permite rentabilizar la inversión a largo plazo