Humedad: ¿Sabía que la presencia de humedad en su sistema de aire comprimido puede causar estragos en sus equipos, especialmente en los meses más calurosos? La eliminación del calor es una de las funciones más importantes para los fluidos utilizados en la metalurgia. El agua es mucho más eficaz que el aceite para eliminar el calor, pero su presencia en un sistema puede provocar corrosión en los distintos compresores y en las herramientas utilizadas para la fabricación de metales. Para resolver los problemas de humedad, debería invertir en un secador refrigerado. La instalación de un secador refrigerado en su sistema limpiará sus tubos y garantizará un funcionamiento eficiente de sus operaciones de fabricación. Un secador refrigerado constituye la opción estándar si busca una solución con bajos requisitos de mantenimiento.
Flujo de presión: Entre el 20% y el 60% de la energía utilizada para hacer funcionar los sistemas de aire comprimido se malgasta, lo que obliga a su compresor a trabajar el doble y provoca costes energéticos más elevados. Con objeto de ahorrar energía y evitar que su compresor se queme, un controlador de flujo PacE le ayudará a contar con cierto margen entre el suministro y la demanda de aire. Esto permite utilizar de forma más eficaz el aire almacenado y responder de forma continua a las fluctuaciones de la demanda para estabilizar de forma activa la presión del sistema.
Tuberías: ¿Cómo transporta el aire comprimido entre los distintos equipos de su taller en la actualidad? Si la respuesta es que utiliza PVC, ¡sustitúyalo inmediatamente! Con el paso del tiempo, el PVC acaba por quebrarse en el sistema de aire comprimido y provoca grietas, roturas o incluso su desintegración en pequeños trozos. Estos problemas, combinados con la presencia de aire bajo presión, pueden ser fatales debido a la suspensión de fragmentos pequeños y afiladísimos. El uso de PVC infringe la reglamentación OSHA, lo que significa que podría deber hacer frente a una cuantiosa multa. Frente a esto, la opción más segura es una tubería SimplAir de Ingersoll Rand, una construcción de aluminio de tipo marino muy ligera y de gran calidad que favorece el ahorro durante toda su vida útil. El sistema SimplAir ofrece una resistencia a la corrosión óptima para mantener las superficies internas de las tuberías libres de la contaminación provocada por la corrosión habitual en los sistemas de acero que no solo es causa de turbulencias y pérdidas de presión, sino también de problemas más graves si los residuos de la corrosión penetran en los equipos más sensibles. Además, el proceso de instalación y modificación resulta muy sencillo gracias a la utilización de conexiones a presión para distintos tamaños: