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El nitrógeno (N2), que constituye un impresionante 78% del aire que respiramos, se aprovecha para usos industriales en todo el mundo. Su naturaleza inerte significa que no reacciona con otros gases, por lo que no provoca ninguna oxidación. Además, los depósitos de nitrógeno están secos, por lo que se reducen los daños causados por la humedad. Es un gas incoloro, inodoro y no inflamable pero, en altas concentraciones, es nocivo para el ser humano.
Un generador de nitrógeno es un valioso complemento para cualquier sistema de aire comprimido, especialmente en procesos de fabricación que requieren un suministro constante y/o operaciones de alta pureza.
El nitrógeno de baja pureza se clasifica en la banda del 95-99%. Por lo tanto, no es adecuado para su uso en sectores que utilizan sistemas que requieren la clasificación más alta de aire limpio. En cambio, se utiliza para inflar neumáticos (es más ligero que el aire, ideal para la industria aeroespacial) y, sobre todo, en la prevención y el control de incendios en las industrias del petróleo y el gas. El nitrógeno desplaza al oxígeno, privando al fuego de la mayor parte de su combustible, y tiene una aplicación más amplia al ayudar a proteger los sistemas de rociadores contra la corrosión.
El nitrógeno de alta pureza se clasifica como superior al 99,999% (o diez partes por millón). Esta máxima concentración de nitrógeno tiene aplicaciones en la producción de alimentos y bebidas, electrónica, embotellado de PET, productos químicos y farmacéuticos. Todas las industrias en las que cualquier rastro de contaminante en el proceso tendría resultados desastrosos.
En función de los requisitos del trabajo, existen dos tipos principales de generadores de nitrógeno:
Generador de nitrógeno de membrana
Utilizadas para abastecer a industrias con baja pureza de nitrógeno, estas variantes son fáciles de instalar y su puesta en marcha es más rápida que la de sus homólogas. Además, ofrecen un corto plazo de amortización tras la inversión inicial con un largo ciclo de vida de 15-20 años de uso continuo.
El aire comprimido pasa a través del generador, donde las moléculas más pesadas de nitrógeno quedan atrapadas en membranas de alta fibra, dejando escapar el oxígeno y los gases restantes. A continuación, el nitrógeno recogido pasa por otros procesos antes de estar disponible para su uso.
Adsorción por oscilación de presión (PSA) Generador de nitrógeno
Alimentado por un compresor de aire, este sistema de doble depósito utiliza un absorbente y un uso alternativo de la presión (la oscilación de presión) para capturar el nitrógeno más puro en un suministro regenerativo y constante. El sistema in situ elimina los complejos y costosos procesos de separación del aire y es una forma sostenible y energéticamente eficiente de generar nitrógeno.
El desembolso inicial para instalar su propio generador puede parecer prohibitivo hasta que echa cuentas.
Tener un generador in situ significa:
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